Malala Yousafzai, la niña paquistaní que fue atacada en su país por talibanes por defender la educación femenina, ha sido sido dada de alta este viernes del hospital donde se encontraba ingresada en Inglaterra.

A pesar de que, según informó la BBC, la joven, de 15 años, ha abandonado el hospital Queen Elizabeth de Birmingham, deberá continuar con un programa de rehabilitación para curar completamente los daños sufridos en la cabeza. Además, tal y como explicó en una nota el director del centro médico, Dave Rosser, será sometida a una cirugía reconstructiva craneal, como parte de su recuperación a largo plazo, "a finales de mes o a principios de febrero".

Malala había sigo agredida el pasado 9 de octubre cuando regresaba a su casa de la escuela por un grupo de talibanes. Tras recibir un disparo en la cabeza y otro en el cuello, la joven activista fue trasladada en un avión ambulancia desde Islamabad (Pakistán) hasta el hospital Queen Elisabeth de Birmingham (centro de Inglaterra).

Tras ser dada de alta, la chica vivirá con su familia en la zona de West Midlands, en el centro de Inglaterra y es posible que pemanezcan en Reino Unido de forma permanente, ya que su padre, Ziauddin Yousafzai, ha recibido el puesto de agregado de educación del consulado de Pakistán en Birminghan. Pese a esto, tanto Malala como su progenitor han recibido amenazas de muerte por parte de los talibanes desde que se produjera el ataque.

Por otro lado, este viernes se ha conocido el caso de una niña de 9 años que se encuentra en estado crítico al padecer daños internos y haber perdido mucha sangre tras ser secuestrada el pasado miércoles por tres mujeres y un hombre en la provincia pakistaní de Punjab y ser violada por tres varones, según el diario Express Tribune.

La madre de la menor encontró a la niña ensangrentada y semiinconsciente frente a su casa y, cuando se dirigía a la comisaría, uno de los violadores amenazó con matarla si decía algo. Sin embargo, no amedrentó a la mujer, que finalmente puso los hechos en conocimiento de la policía, que ya ha empezado, sin éxito, a buscar a los sospechosos.

Según un informe de la Fundación Awaz de Pakistán, desde enero de 2012 a noviembre de ese año, se registraron 2.713 casos de asaltos sexuales en los quince distritos meridionales de la provincia de Punjab.